Entre el revival psicodélico y el pulso grave del dark, los Echo & the Bunnymen fueron grandes en los '80. Algunos de sus discos de la primera mitad de aquella década (Crocodiles, Heaven Up Here y Ocean Rain) nunca se bajan de las listas de elegidos de fans, críticos super especializados y músicos de los buenos.
Se puede decir que son una leyenda viviente. Que son anti comerciales y nunca tranzaron con las multitudes ni compañias dolarizadas.
En Subsidio pasamos el último disco denominado Siberia (Ian Mc Culloch, dice que eligieron este nombre para el disco, porque ellos viven a la intemperie y sugiere el lugar de donde vienen los Bunnymen, un lugar frío al que ellos pueden darle el calor de su música).
No dejen de escucharlos y se darán cuenta porque Bono modula tan parecido a Mc Culloch.
Se puede decir que son una leyenda viviente. Que son anti comerciales y nunca tranzaron con las multitudes ni compañias dolarizadas.
En Subsidio pasamos el último disco denominado Siberia (Ian Mc Culloch, dice que eligieron este nombre para el disco, porque ellos viven a la intemperie y sugiere el lugar de donde vienen los Bunnymen, un lugar frío al que ellos pueden darle el calor de su música).
No dejen de escucharlos y se darán cuenta porque Bono modula tan parecido a Mc Culloch.
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