Dirección y guión: Pablo José Meza.
Países: Argentina y Francia.
Año: 2004.
Duración: 93 min.
Género: Drama.
Interpretación: Ignacio Pérez Roca (Esteban), Emiliano Fernández (Alejo), Alan Ardel (Guido), Hernán Wainstein (Matías), Juan Pablo Bazzini (Damián), Sandra Ballesteros (Raquel), Roly Serrano (Óscar), Daniel Valenzuela (Horacio), Atilio Pozzobón, Noemí Frenkel (Nora).Producción: Pablo José Meza, Natacha Rébora y Pepe Salvia.
Música: Nicolás Olivera.
Fotografía: Carla Stella.Montaje: Andrés Tambornino.
Dirección artística: Eva Duarte.Vestuario: Roberta Pescie
Para los que aun creen en las promesas. En el honor. En el respeto. Para los que aun creen pero no desde el lado que papá y mamá nos enseñaron. No de la forma en que las instituciones nos invitan a ser señores correctos, en ciudades correctas, que engordan y se aburren de manera correcta. No de esa forma. Yo les pido que recuerden. Que se alejen de la heladera y la botella de vino y caminen hacia atrás. Como Jackson. Y se sumerjan en el interior de su infancia. Esa época increíble en que el sol golpeaba sobre el cuerpo más suave y más vivo. En que los alquileres y la capa de ozono y las guerras nucleares no existían. En que los países eran nombres que se utilizaban para inventar juegos. Cuando las mujeres eran las que pasaban patinando mientras nosotros piloteábamos nuestras bicicletas. Hubo una época en la que creer en la amistad era lo único. Lo más importante. Una época en la que la idea de separación no existía. Nadie creía que podía llegar a crecer. Nadie entendía que podía llegar a crecer. Es en esta maravillosa época en la que Pablo José Meza decide situar a sus personajes. En un pueblo apartado, a 100 Km. de Bs. As. En un verano como tantos otros. Tedioso. Monótono y hasta aburrido. Todo parece estar como siempre. Eternizado por la luz. Pero sin embargo algo ocurrirá durante los días de agobiante calor. Secretos, mentiras y nuevas experiencias van a cambiar para siempre el rumbo de las cosas. Recuerden: convertirse en adulto es solo una cuestión de minutos. Para aquellos que quieran asomarse una vez más a la magia de crecer, Subsidio recomienda esta película. Como diría Teté. Preciosa mirá. Preciosa. Para ustedes. Gente de pupila exigente.
Para los que aun creen en las promesas. En el honor. En el respeto. Para los que aun creen pero no desde el lado que papá y mamá nos enseñaron. No de la forma en que las instituciones nos invitan a ser señores correctos, en ciudades correctas, que engordan y se aburren de manera correcta. No de esa forma. Yo les pido que recuerden. Que se alejen de la heladera y la botella de vino y caminen hacia atrás. Como Jackson. Y se sumerjan en el interior de su infancia. Esa época increíble en que el sol golpeaba sobre el cuerpo más suave y más vivo. En que los alquileres y la capa de ozono y las guerras nucleares no existían. En que los países eran nombres que se utilizaban para inventar juegos. Cuando las mujeres eran las que pasaban patinando mientras nosotros piloteábamos nuestras bicicletas. Hubo una época en la que creer en la amistad era lo único. Lo más importante. Una época en la que la idea de separación no existía. Nadie creía que podía llegar a crecer. Nadie entendía que podía llegar a crecer. Es en esta maravillosa época en la que Pablo José Meza decide situar a sus personajes. En un pueblo apartado, a 100 Km. de Bs. As. En un verano como tantos otros. Tedioso. Monótono y hasta aburrido. Todo parece estar como siempre. Eternizado por la luz. Pero sin embargo algo ocurrirá durante los días de agobiante calor. Secretos, mentiras y nuevas experiencias van a cambiar para siempre el rumbo de las cosas. Recuerden: convertirse en adulto es solo una cuestión de minutos. Para aquellos que quieran asomarse una vez más a la magia de crecer, Subsidio recomienda esta película. Como diría Teté. Preciosa mirá. Preciosa. Para ustedes. Gente de pupila exigente.
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