en invierno los colectivos huelen mal. huelen pésimo. las ventanillas se empañan y es la respiración y el aliento de una veintena de personajes nefastos y desconocidos la que cubre los vidrios con sudor de boca. con aliento aguachento y material. recintos dentados donde las infecciones. las caries. los restos de hamburguesas. de salchichas. la polenta pegada en la cara interna de los molares y caninos de la jubilada pedorra. la batata semidulce y las galletas bajas en calorias se convierten en diminutas gotas que se pegan a los vidrios y a la vida. en invierno los colectivos huelen mal. huelen pésimo. la humedad y la vejez se hacen aún más notorias. más reales. la tristeza. la decepción. el sinsabor y el desencuentro están presentes en los colectivos que transitan el invierno. ante tanta basura liberada recomendamos colocar los auriculares en los oídos derechos e izquierdo. darle play a la banda sonora de nuestra vida. y dejar que el asfalto de las calles se mueva bajo nuestros pies. caminar en invierno es una buena opción para sobrevivir.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 Humanos Comentarizaron:
gabo sos muy malo, te sale la impiedad y la serpiente de tu entraña muerde tus ojos chistosos,que queman de sarcasmo...el invierno cubre la ira de tu corazon de escarcha , y va congelando lo poco de bueno que queda en vos ,muy lentamente hasta dejarte azul y mudo...
no entendí. demasiado profundo tu comentario. entraña? la que se pone a la parrilla? corazón escarchado? una canción de raphael? no. no. no entiendí. mejor me voy a dormir.
Publicar un comentario