Antony And The Johnsons - Hope Theres Someone

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El año pasado pasamos en Subsidio y a la vez publicamos en este blog algo de Antony And The Johnsons, , tiene una voz increíble, desconcertante, alcanzando hasta un punto de inquietud. Tiene una imagen ambigua, extraña, que nos lleva hasta el desasosiego. Hace canciones mágicas, emocionantes, hasta entrar directamente al alma. Apadrinado por Laurie Anderson, Lou Reed y demás estrellas del arte moderno neoyorquino, que se han apresurado a invitarle a sus obras. En Nueva York, que es su ciudad, comenzó cantando en los after hours dándoles aire de cabaretes futuristas y decadentes. Acaba de editar su segundo y hasta ahora último álbum, I am a bird now. Canciones sublimes, singulares, como de otro mundo.”
Su imagen sensible produce canciones que recuerdan a Nina Simone, Elton John o a una Diamanda Galas atiborrada de ansiolíticos. Canciones enormes. Siempre en notas azules, tristes y deliciosas.
Antony procede del cabaret, su voz aterciopelada y su aspecto andrógino le han ganado los halagos de Dennis Hopper, y la posibilidad de colaborar con el mismísimo Lou Reed, a quien acompaña en sus giras como voz invitada. Cercano al jazz y al blues su música es intimista, destacando la voz y el acompañamiento de piano.
Hay una especie de mito por el cual, los grandes artistas crean aislados del mundo, recluídos. Uno no tiene más que acercarse a cualquiera de las diez canciones del nuevo álbum de Antony And The Johnsonspara darse cuenta de que esto es una absoluta falacia, y asegurarse a la vez de la singularidad y originalidad de Antony, el personaje de rasgos andróginos que es también The Johnsons.
I Am A Bird Now es el segundo álbum de larga duración de este extraordinario artista de Nueva York. Más acompañantes. Porque hay contribuciones de coetáneos (Rufus Wainwright y Devendra Banhart), y de héroes (Lou Reed, Boy George). Su participación es un reflejo de la admiración que sienten por Antony, y su lugar único en la comunidad de arte contemporáneo. “La presencia de cada uno en la grabación muestra su lado más único, y han hecho una contribución creada especialmente para ellos” dice Antony. Él ha arreglado todo meticulosamente, como un director de teatro creando un gran cuadro vivo sobre el escenario. “Involucrar a otra gente me hace sentir menos solitario”, añade Antony. “Hice el álbum de una forma intuitiva, del modo en que sentía que quería que se hiciera. Y toda esta gente fue una verdadera inspiración para el disco.”

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