SEÑOR MASCOTA

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En un arranque de sadismo, de lunes, de madrugada con acento en el comienzo de otra semana que proyecta la necesidad inevitable de mantenerse con vida. Despierto con los ojos cerrados observando el interior del inodoro mientras a lo lejos el agua corre como si fuera la única opción posible de escape. Con la boca como un orto, sorbiendo lentamente el agua verde, sonando tristemente las trompetas, mordiendo como un idiota mis uñas. Así, bien de lunes y bien de amanecer y bien. Todo bien después de todo. Así estoy/estaba/estaré, cuando el Sr. Venter me regaló esta mascota. Este fatal alegato a favor de la violencia. Y también esta otra. Una oscura exploración del dolor que sufre un hombre de oficina. Para que todo no sea tan así y pueda ser en cambio un poco así. Yo cumplo con ustedes y comparto y multiplico el pan, el vino y los pescados. Si estamos equivocados que el Sr. Torres nos corrija.

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