INTUICIÓN

|


Intuyo la angustia. La invitación a la tristeza que estos días de otoño insiten en enviarme. Llega en formato realidad, como una hoja estúpida cayendo hacia el azar de la vereda, como ese viejo vestido con traje negro que observaba extasiado el dibujo de las baldozas, como un sótano de una casa en la que no viviremos.Un portón cualquiera, en una calle cualquiera, se abre y se cierra. El vacío, el malestar entre los dedos, el cansancio repetido en mis remeras y en mis palabras. El día cae inevitable, como guillotina, como anzuelo. La montaña se presenta increíble sobre las últimas luces de la tarde, siempre estática, ausente de tan presente, lastimosa, habitual, enferma, indiferente. Soy constante en mis ausencias, soy felíz así. Decido ser esto.


El habitante de mi cuerpo, una vez más, estrellará los vasos contra el perfil de la noche.

0 Humanos Comentarizaron: