DE QUÉ LADO ESTÁS?

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Anoche mientras el mozo de sueter negro servía más whisky en mi vaso, la mesa que compartía con un amigo, mi chica, la chica de mi amigo y una pareja más comenzó a disgregarse. Estabamos sentados sobre sillas algunos y otros, como yo, en cuadrados almohadones sobre el suelo a una distancia aceptable como para que el final de la mesa no coincidiera con el inicio de mi nariz.



Tercer y último scotch, lo bebía lentamente, con poco hielo, los demás integrantes del grupo se preparaban para retirarse, pidieron la cuenta. Se había comido y bebido en cantidades relativamente abundantes, habíamos sido atendidos relativamente bien, quiero decir, ni mal, ni demasiado bien como para sentirnos felices. La música del sitio había sido una suave tortura, pop industrializado y producido en masa y a un volúmen asfixiante durante toda la noche. La decoración del espacio era anodina. La luz quizá escasa. Lo único bueno (y tal vez lo más importante) fue como sirvieron los tragos. Calidad y cantidad. Bien. Sacabamos cuentas para saber cuál debía ser el justo costo a pagar por persona cuando la tercer pareja en cuestión decide e impone (propone) a los demás integrantes de la mesa el pago del 10% de propina al mozo de turno sobre el total de los gastos. Y aquí es donde comienza una larga discusión que rozó los límites del simple intercambio de ideas para acercarse peligrosamente a la lisa y llana pelea. Estoy en contra de la propina obligatoria. Creo que los mozos deben ser bien pagados y estar con sus papeles en regla y eso tiene que ser una responsabilidad del dueño del establecimiento y no del cliente. Yo no debo pagar un extra para ser atendido mejor que el tipo de la otra mesa. Yo no puedo generar una injusta complicidad con el mozo y que por esa razón a mi no me sirvan la salsa recalentada y vieja y a la señora de rojo que no deja propina le sirvan eso y encima se lo escupan. La propina no debe ser una herramienta de castigo o premiación. Ni mucho menos una instancia que obligue al cliente a pagar de más para ser mejor atendido o tratado con deferencia y respeto. Ni muchísimo menos para que lo que se consuma sea de verdadera calidad. El speech snobista de vos no sabés lo que es laburar de mozo me saca de quicio. El trabajo dignifica y cualquier trabajo es un trabajo y en este país las oportunidades están para todos, sólo hay que tener la astucia de elegir a tiempo y correctamente. Como en cualquier país del mundo. Si no te sale acá tampoco te va a salir en Europa o en Estados Unidos. Dejemos de mentirnos y pensar que la tierra condiciona el éxito. El éxito está condicionado pura y exclusivamente por el esfuerzo personal. Es cierto que hay paises que acompañan más de cerca el crecimiento personal y aseguran una estabilidad del mismo. Acá en argentina eso no sucede. Pues bien, que eso sea entonces lo que nos haga más fuertes. Argentina es uno de los útimos países donde la educación universitaria continúa siendo pública y gratuita. O sea para todos. O sea. Para el mozo y para el niño millonario que quiere rebelarse y ser sociólogo o actor o asistente social. Para el pobre de bolsillo y rico de espíritu y también para el pobre de corazón y rico de bolsillo.
El sujeto que decide defender la propina en un acto snob y sin verdadera conciencia social, es el mismo que mañana le cierra la ventanilla al limpiavidrios o no le abre la puerta a la abuelita que pide una moneda casa por casa. Es el mismo individuo que siente culpa por gastar mucho dinero en ocio y diversión y cree que con su actitud asistencialista está comprando su parcela en el paraíso. Lo único que está haciendo es colaborar con un país que destroza los valores y genera instituciones corruptas donde los mecanismos de funcionamiento excluyen a los poderosos de cualquier responsabilidad y colocan sobre las espaldas del pueblo la miseria, la desconfianza, la deshonestidad y la injusticia como menú del día. Y yo personalmente, por comer esa mierda, no dejo propina.




Pienso que de alguna manera el hecho de estar a favor o en contra de la propina también define una postura ideológica y por ende, política. Quizá sin darme cabal cuenta de lo que digo estoy más cerca de la derecha que de la izquierda. Quién sabe.




Y vos, bebedor empedernido, lector de píxeles. De qué lado estás?

2 Humanos Comentarizaron:

Anónimo dijo...

VOS ESTASDEL LADO QUE NUNCA ESTARIA YO, MENOS MAL, LO TUYO SE RESUME EN UN ANTIGUO Y CONOCIDO MAL COMO MALDITO TACAÑO, ...OJALA Y REENCARNES EN UN MOZO

Ivan Nadim dijo...

deja tu nombre pequeño/a cobarde y luego podremos debatir sobre mi tacañez quizá con un café de por medio. eso si. pagás vos y la propina no la dejamos.