Un día los hombres de un pueblo muy alejano (si nos remitimos a una novela o un cuento, lejano alude a la frialdad, lo distante, lo ausente, frigidez, fuertes vendavales, seres introvertidos, severos, aversión a la risa confortable) aparecieron con un fuerte dolor entre sus piernas. Extraño. Insólito. Agudo. Grave. Penetrante. Nauseabundo dolor de cabeza. De a centenares comenzaron a colmar los hospitales y sanatorios, pocos pero eficientes valga la interesante acotación, para asesorarse en esta presunta y novedosa enfermedad. Se sucedieron infinitos análisis. Intercambio de resultados con prestigiosas universidades del más allá. Nada. No daban en la tecla. Se llegó hasta el indio Tarquenca (el que tiene un mapa dibujado en su rostro donde las arrugas reflejan textualmente diferentes catástrofes espirituales de la humanidad) pidiendo ayuda a los antepasados, sin resultado. Indefensos ante lo desconocido. El temor y pánico inicial fue disminuyendo mientras los días se sucedian en las tristes rutinas dictadas por el destino. Hasta que a los pocos meses llegaron a la conclusión estadística que la tasa de natalidad estaba literalmente en el suelo. Desde ese extraño suceso jamas volvieron a trabajar los departamentos de neonatología. No existieron más nacimientos. El motivo?. Los hombres del pueblo desde aquel día se convirtieron en seres estériles (no es lo mismo que un eunuco). Comenzaron a perder el vello. Sus voces adquirieron tonos agudos, no es lo mismo que femenino, sino penetrantes, que no es lo mismo que viril.
Este caso insólito pasó a formar parte del proyecto libro Azul, donde investigadores de la Nasa lo bañaron de sombras y lavados para desaparecer del recuerdo colectivo. Tengo en mis manos temblorosas un recorte del diario de Santo Lugares, donde en la tapa del diario de día 19-06-1907 dice Abducción Espermática en Santos Lugares: y Ahora, qué?
Un siglo después algo tan desquiciado me encuentro con el regreso de lo Abductores de la Constelación Orion: “ Toda la Noche hasta que salga el sol” donde con los mismos recursos utilizados en Operación Espermática del desierto, ahora lo han utilizado para beberse literalmente el agua del lago, ubicado en el fiordo Témpanos, 2.000 kilómetros al sureste de Santiago, en el Parque Nacional Bernardo O'Higgins.
Los ufólogos, muy prestigiosos (valga la aclaración chaval) dicen que está primera operación la realizaron con la temible nave madre “Chupete Todo” donde tiene a cientos de esclavos que descienden por un halo verde emitido por la nave hasta una distancia de 3 metros de la tierra o en este caso de la extinta agua helada, y comienzan a succionar el agua y acumularla en sus cuerpos, fotos no confirmadas de un campesino del lugar, muestra a estos seres con similitudes a los ratoncitos hamster.
Debo dejar la escritura, escucho un chillido demencial que proviene creo yo desde el inodoro.
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