NIKE

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Esos días que no te despertás completamente hasta que sucede algo significativo y más cuando el frío se cuela por los lugares más inesperados de tu vestimenta, sentir un soplo que atraviesa los testículos por ejemplo o canciones desde tus fosas nasales, esto no es lo relevante, lo interesante es pisar un sorete de perro que ahora está en la senda peatonal, mirándome, sonriéndome y avanzando en su destino de cómico Stiller, de Ben, pero me cae bien, su sonrisa, su presencia, esencia arquetípica, volviendo a mis zapatillas, por que yo no corro maratones, pero uso zapatillas para correr pentatlones, triatlones, ciclones, huracanes, ellas con sus colores tan particulares, sus brillos, su estridencia, me llevaron esta mañana al infierno, el vapor que sudaba desde el ocre o verde de un excremento canino, de repente no podía salir corriendo, dada la magnitud de la cagada, pero no era mala idea, correr hasta que no quede nada, opté por el estoicismo, la relatividad, a las 8 de la mañana la sincronicidad se hizo manifiesta, el contrapeso fue lo que me desmoralizó ya que en esos momentos pienso en algo atroz y fue la foto de un niño Burkina Faso, Gabon, Sudán, donde no tenían nada en los pies, solo una sonrisa de oreja a oreja al ver un camión de otro siglo que traía agua, si agua, el agua de la vida, el elixir de la vida y yo mirando la suela mierdosa y ahora, riéndome, a las carcajadas, la gente pasa al lado mio y me esquiva (que extrañas esas personas que te miran con miedos seculares por el solo hecho que vos te revuelques de risa, solo, la risa solitaria será de manicomio? de terapia? de humor negro) yo río como loco y grito gracias, gracias a vos Stiller.

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