Fue una triste ironía del destino que el domador de cocodrilos muriera atravesado por el aguijón/espada/pinche mortífero/daga natural de una mantaraya, y no deglutido por el sistema digestivo de un verde y bello cocodrilo, tan en boga hoy en día en los cuentos infantiles. Fue triste y bastante estúpido que Stevie Irwin se despidiera de este mundo con un burbujeante grito que nadie, más que un grupo de aburridos corales, pudo oir. Pero mucho peor es que nadie haya hecho nada por su pobre mascota que hoy recorre las calles en busca de un hogar. Insensibles habitantes del mundo, estos animalitos de aquí abajo, necesitan de su solidaridad. Es hora de sacar a nuestro Raúl Portal de lo más profundo del corazón y ayudar a los que más lo necesitan. 
Foto Vía: Gizmodo
1 Humanos Comentarizaron:
hola soy roman luana yo soy la admiradora de stevie irwin cuando murio me senti muy mal pero ya abri mi futuro trabajo yo tengo 11 años pero ya se que trabajo voy a tener por favor contestenme mi email es soyluana2008@hotmail.com chau besos
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