VALET - NAKED ACID

Si empezamos por el arte de tapa del último trabajo de Valet "Naked Acid" nos encontramos con un espacio temporal místico con varios pasajes de psicodelia. Muchas veces una tapa dice todo sobre el trabajo musical que esté dentro del envoltorio. Un gato siamés con características sobredimensionadas, acaso un felino gigante para ser adorado por vaya saber quién, nada en un océano bañado por una luna ardiente, y una Diosa, la careta de una Diosa que canta toneladas de fuerzas arquetípicas, donde los 4 elementos primigenios se manifiestan en avance y retirada a la vez.
El disco empieza con el track "We Went There", donde el clima ya se manifiesta como un viaje iniciático, campanas, tambores, miles de caracoles golpeándose gracias a la fuerza de una brisa ancestral, y una guitarra psicodélica que acompaña la voz de Honey Owens la que hace transmutar todo el espacio audible junto a Adrian Orange. Muchos drones pero que no intoxican, al contrario dan la sensación de movimientos cíclicos que le dan profundidad al sonido.
Ya en el track "Kehaar" Honey Owens continúa dando nuevos matices a su voz jugando con la idea de un canto de sirenas donde el mar atraviesa todo concepto y aquí la guitarra comienza a tener un papel avasallador.
En las pistas "Drum Movie" y "Babylon 4 Eva" su voz sólo aparece rozando las superficies seleccionando escasos puntos, un burbujeo alquímico para darle una nueva textura vital a Naked Acid.
El único track que hace utilización exclusiva de la electrónica loopeada es "Streets".
Si bien el ritmo de todos los cortes de Naked Acid son algo así como una respiración vital, la estructura global del álbum, también puede interpretarse como un gran aliento donde se realiza una "limpieza" con cada canción como el punto culminante de la exhalación.


Tomate un ácido con Bill Lee, Interzone, un gato siamés y VALET - NAKED ACID
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