La música y la poesía raramente se cruzan en su camino con la guerra. Luchar y componer letras son dos actividades que no soportan la coexistencia. Las canciones de Tinariwen te llevarán a un lugar tras una duna de arena, cuya cresta define los límites entre la esfera del artista y la del guerrero. La más fascinante de cuantas imágenes han forjado la leyenda del grupo, es esa de Kheddou Ag Hossad preparándose para atacar al Ejercito de Malí en Menaka cerca de la frontera con Niger, Kalashnikov en mano y una guitarra eléctrica colgada a su espalda. Esta escaramuza tuvo lugar el 30 de Junio de 1990. Fue el acontecimiento que lanzó la segunda rebelión Touareg, rebelión que duró tres años y que se cobró miles de víctimas. Tinariwen asumió un doble papel durante el conflicto, como participante en la guerrilla para conseguir la liberación en la región de Adrar des Iforas, al Norte de Mali, y como músicos poetas ocupados en forjar su propio estilo durante los momentos de descanso después de cada combate.
Antes de Tinariwen, la idea de un grupo musical ni siquiera existía en el Sur Sahara. Sólo había bandas improvisadas que se unían para tocar algo en los campamentos o los oasis. La estructura básica de lo que originalmente se llamó Taghreft Tinariwen (“El grupo de los desiertos”) se produjo gracias al movimiento rebelde. Fue en un campamento militar en Libia, que había sido establecido por el Coronel Ghadaffi para acoger y entrenar a refugiados de los países vecinos, donde los miembros de Tinariwen se conocieron por primera vez. Tras el tratado de paz, el regreso a casa resultó tan decepcionante que aunque Tinariwen consintió en deponer las armas, continuó enarbolando sus guitarras.
Tras el discreto lanzamiento de su primer disco, ‘The Radio Tisdas Sessions’, grabado con ayuda de la energía solar en los estudios de Radio Tisdas, la emisora Tamashek de Kidal, el nuevo CD ‘Amassakoul’ hace que su deambular musical se detenga al fin. Estas once canciones mezclan unos ritmos hechizantes con unas letras apasionadas. Todas exponen la textura de algo crucial, esencial y honesto. Son los frutos de la angustia y de la esperanza más grande que una persona pueda expresar, la esperanza de una comunidad entera que puede llegar a descubrir de nuevo sus valores.
Sus cantos nómadas de rebelión y de amor son leyenda entre sus compatriotas y ahora han conquistado el planeta. Estrellas del rock como Carlos Santana, Robert Plant, Taj Mahal o Elvis Costello están pendientes de ellos. Thom Yorke, líder de Radiohead, hasta reconoció haberse inspirado en su música para componer una parte de su álbum, The Eraser.
BAJATE ESTA tinariwen - Aman Iman: Water is Life
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