El brujo o chaman Tuvan es una especie de amígdala reptílica donde lo imagino de tono oscuro, lúgubre, ominoso y comunicado con las ánimas, ánimus, espíritus del mas allá, de un ajeno espacio temporal dimensional.
Su frecuencia gutural gracias a la tecnología y los sintetizadores analógicos de Lana Guerra (Power Circus) producen la argamasa alquímica correcta para que los muertos regresen al mundo de los vivos por un corto espacio de luz.
No sé cómo apuntarle a este trabajo, digamos que es una creación espiritista, de una duración de 30 minutos y con dos movimientos circunscritos.
La primer parte comienza con un sutil sintetizador que se aproxima al sonido del pasar de la lava y pasos, pasos agitados de algo que va o algo que se escabulle, de ahí en más empieza a percibirse una especie de sonajero que será, creo yo, del chaman que está realizando el vinculo con eso ( para abreviar puede ser la cosa) que vendrá, aparece una bajo que de modo minimalista esta desbocado, en su trajín, pero los teclados y unos bits impares dan la sensación esporádica de armonía estoica.
Y aparece la voz ominosa, siniestra, el sonido de la muerte modulado.
Los teclados ante la señal comienzan a traquetear, chillar, y el calor de ultratumba como una emanación virulenta acecha todo alrededor.
La segunda parte cuenta nuevamente con el sonajero que pareciera que son colmillos que están arrancándose por un frio polar (literalmente cagado en los miembros), y es ahí donde aborda el eco de descontentos y lamentaciones, acompañado por un bajo que suena luminoso en su pronunciación perfecta de los pecados ficticios. Exalto el bajo en esta parte no dejen de prestarle atención porque la conjunción con la transmisión es admirable. Y justo en esta sección del segundo movimiento es donde está la encrucijada entre los dos mundos de los difuntos y los vivos. Aquí aparece la aberración, la metamorfosis, una sierra eléctrica que desmantela y hace polvo todo lo que encuentra. Las naves teledirigidas cubren el espacio temporal, intentos de notificación en un idioma que no es ninguno y es todos a la vez, una torre de babel en forma de nave espacial con corrientes que la deforman lo mismo que a las voces, pero el ahogo ya está consumiendo a los participes de la conjunción de los dos mundos.
Comienzan gritos llevados y fragmentados por la velocidad del caos.
Los pasos de borceguíes sin edad que no dejan de correr a los gritos, se está fugando de modo imposible de algo que ya esta acá, de algo que es concreto, la luz a ese nivel quema, y solo queda desintegrarse y gritar, hasta que deje de rolar esa especie de sistema que no es de acá, pero junta en un punto a los dos mundos.
Es como un retorno al pasado, millones de anos que de una voz cuasi humana se convierte en un silbido de un insecto que puede ser cualquiera.
Es la creación de un mundo único, el sonido como un ritual que nos transporta en un viaje similar al del film Estados Alterados. Solo con la música.
Si esto es una ofrenda a la luz, la oscuridad debe ser inescrutable.
5 Humanos Comentarizaron:
Vaya tela... me he quedado temblando. Felicidades por el blog.
Si contás con 30 minutos libres y unos buenos parlantes, deberías tomarte el viaje de escucharlo. Es una experiencia única.
no si ya lo hice... y me gustó, creo que me has malinterpretado... Suelo escuchar música experimental, de hecho yo mismo hago música (myspace/nigulmusic), simplemente me sorprendió ver algo tan extremo por aquí... me alegra!
Un abrazo desde Barcelona.
La sola idea del Chamán y de sus actos transmutados en música, es de un efecto que imagino al ser escuchado será completo.
Necesitaba leer algo así...
Salute.
hola,
apenas descubrí este proyecto y esta increible... crees que podrias resubir este material?
PORFAVOR!!!!
saludos
La zarigüeya
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